¡No al Dragon Mart!


El día de ayer domingo 10 de febrero, acudí a una manifestación pacífica de repudio a la construcción del Dragon Mart. La gente comenzó a aglutinarse alrededor de las 2:00 de la tarde en el kiosko del parque principal, el cual se encuentra a escasos metros frente al mar.
 
Los manifestantes de Cancún salieron a las 12:30 de la tarde en caravana rumbo a Puerto Morelos, en la entrada de lo que pretende ser el Dragon Mart realizaron una clusura simbólica del proyecto. Mientras tanto en el parque hacían los preparativos del equipo de sonido y colocaban letreros de protesta. Poco a poco fueron llegando más y más personas sin embargo al final éramos un grupo pequeño en comparación con el grueso de la población.
 
Hacia las tres de la tarde o un poco más, comenzaron los manifiestos de cada grupo o asociación civil que participaban en el movimiento. Pasaron a pronunciarse en contra del proyecto los voceros del movimiento #Yo soy 132 Cancún, de Playa del Cármen, de Voces Unidas entre otras. Dieron espacio a los ciudadanos que quisieran tomar el micrófono para manifestarse, algunas señoras empresarias, un maya parlante de Tulum que por cierto evocó las hazañas históricas de los rebeldes indígenas de la guerra de castas y el alzamiento de Cisteil; amas de casa, señores inconformes y habitantes de Puerto Morelos que hicieron un llamado a sus vecinos para crear el grupo #Yo soy 132 con el nombre del lugar. A pesar que había gente de Cozumel, Cancún, Playa del Cármen y Tulum, la presencia de los Puerto Morelenses era escasa, incluso una habitante de la colonia Zetina Gasca hizo la observación con micrófono en mano.
 
Los cuerpos de seguridad pública estuvieron merodeando el evento, algunos policías bajaron a tomar fotografías, no sé decir si para su trabajo o para el face book (léase con sarcasmo). Ya para el final se subió un ciudadano que me pareció no estaba en sus cinco sentidos -mínimo ya se había echado el six porque claramente arrastraba la lengua- y comenzó a despotricar en contra de todos los ahí presentes. Con los animos caldeados, preferí emprender la huida, en el auto me esperaban mi esposo e hijo ya cansados. 
 
En lo personal, me pareció una manifestación con poca convocatoria, me atrevería a decir que sólo acudimos los que usamos las redes sociales y uno que otro despistado que pasaba por ahí. No tienen acciones concretas; en cuanto una de las ciudadanas propuso ir a tirarles el changarro a los chinos hubieron muchos que hicieron como que les habló la virgen. Otra propuso ir a exigirle a Beto Borge que cancele el proyecto y tampoco les pareció.  Como en toda lucha los bandos se dividen, hay sus radicales, los negociadores y los traidores.  ¿Qué tanto estamos dispuestos a dar por el otro? Llámese esposo, madre, hijos, padre, hermanas, vecinos, amigos, compañeros, etc.

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