El huérfano de Peto

Antes de morir, Don Juan Dzul Chan, entregó a la menor de sus hijas sus ahorros para que fuera ella misma quien se encargara de realizar todos los trámites al ocurrir su defunción. Murió de embolia fulminante.

Cuando Sofía comienza a hacer los trámites, acude primero al registro civil a sacar una copia del acta de nacimiento, se topó con la noticia de que no existe en tal registro, sin embargo en aquél entonces contaban con algunos conocidos influyentes, quienes consiguieron que le extendiesen un acta de nacimiento.

Pasado el tiempo, cuando la ausencia de Papá Juan ya no dolía tanto, Sofía hizo memoria de lo que su padre le había contado y nos platicó que Don Juan Dzul llegó a Valladolid huyendo de Peto, de donde ahora creen que es Papá Juan. Él quedó huérfano de padre y su madre aún joven contrajo segundas nupcias con otro hombre quien en su condición de alcohólico estropeaba a su esposa y a Juan. Una vez ya cansado y con la suficiente edad como para defenderse lo golpeó hasta dejarlo inconsciente, pensando en lo que acontecería después de lo sucedido, Juan decide irse a la montaña a la extracción del chicle. No sabemos cuanto tiempo estuvo ahí pero un buen día le llegó la noticia de que su madre había muerto.

Llegó a Valladolid, después le fue concedida la mano de su esposa gracias a que era conocido por su tenacidad en el trabajo de matarife, también hacía su milpa y ya en su senectud se dedicó a embutir longanizas, oficio que enseñó a sus nietos desde muy pequeños.

Uno de los consejos que recuerda Sofía de su padre y que ha marcado su vida fue: "Ya te quedaste sola hija, no le busques padrastro a tus hijos porque van a sufrir como sufrí yo".


Descansa en paz, Papá Juan.


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