PRÓLOGO: Homenaje a una estrella de mar

El Cronopio escribe un prólogo para "Los Signos en Rotación" de Octavio Paz, obra publicada en Argentina en 1965 y que dos años más tarde sería publicada como epílogo en la segunda edición de "El Arco y la Lira". Les comparto mis fragmentos favoritos.




“Abandonada por una ola en pleno mediodía, cuando cada grano de arena se enfurece y brilla con todas sus facetas, la estrella de mar propone una síntesis de la naturaleza que el ojo distraído recorre a lo largo de las dunas y del horizonte cabalgado por la interminable tropilla de la espuma. Sumido en ese movimiento incesante, en ese derroche de espacio y color, todo aquél cuya inteligencia busca las claves se detendrá maravillado ante esa forma perfecta que resuelve y domina el gran desorden de las cosas y las imágenes. Hablo de maravillarse, porque frente a esa coagulación de lo múltiple en unidad, la mirada presiente ya el nuevo punto de partida que insinúa esa húmeda brújula en la que cada punta marca rumbos jamás balizados en nuestras cartas de viaje.

A lo largo de treinta años, la obra de Octavio Paz ha sido para mí esta estrella de mar que condensa las razones de nuestra presencia en la tierra […]


La estrella de mar sigue ahí, en la playa, síntesis y nueva partida, dialéctica secreta y sin embargo tan próxima, tan accesible. Pocos son los que, como Octavio Paz han comprendido que la estrella de mar los llama hacia su centro después de haber inventado tantos nuevos puntos cardinales para las vertiginosas fugas del espíritu y la carne. Brújula, rosa de los vientos…”

Julio Cortázar

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