Un expedición de 1937

El informe de Alberto Escalona Ramos es resultado de una expedición científica mexicana realizada en el año de 1937, dicha temática se centra en "Algunas construcciones de tipo colonial en Quintana Roo". Durante esa época nuestro Estado aún no lo era, acababa de restituirse como territorio gracias al Comité Pro-Territorio de Quintana Roo y al recién electo presidente Lázaro Cárdenas.





El reparto agrario aún no se llevaba a cabo en la actual zona maya de José María Morelos y concretamente en los poblados que conforman la Ruta de las Iglesias sin embargo ya existían pobladores dispuestos a trabajar para labrarse un futuro. Hacia los años treinta, Sabán era un campamento chiclero, así nos lo hizo saber Doña Clotilde Blanco, vecina de esa comunidad y también Escalona, autor del informe que revisé hoy.

"El templo de Saban, población del norte de Quintana Roo que fue destruída en la Guerra de Castas y que ha ido volviendo a vivir de cuatro años a esta parte, está situado al oriente de la gran plaza principal..."

En el informe, el autor divide en tres tipos las construcciones:

I. Capillas abiertas.

II. Templos sin contrafuertes y techos de tejado.

III. Templos con contrafuertes y techos abovedados.

El templo colonial de Sabán corresponde al tercer tipo
"... Este edificio da la impresión de no haber sido concluido o quizá habiéndosele terminado una vez fue preciso reedificarlo para darle mayor solidez; para esto último se reforzaron los contrafuertes rellenando los espacios intermedios. Hoy no existe más que un arco en pie que iba a ayudar a sostener la nueva bóveda y es el que está próximo al ábside."

Según las impresiones del autor, la iglesia de Sabán es una de las más grandes de Quintana Roo y similar a las iglesias de Sacalaca, Tihosuco y Peto en el vecino estado de Yucatán.





A continuación una detallada descripción de la construcción:

 


"... tiene seis contrafuertes a cada lado, tres a uno y otro lado de las puertas laterales; el de en medio de estos tres mide 1.70 m. de ancho, los otros miden 2 m., 2.50 y 2.80m. A los contrafuertes corresponden interiormente pilastras para los arcos de 0.90 m. X 0.65 m. de base. La distancia entre los contrafuertes es de 1.70 a 2.50 m. El espesor de estos es de 1.75 m. Las esquinas de las fachadas son más gruesas (4.30 m. X 3.50 m.). Las puertas laterales tienen 2.75 m. de ancho y la del frente 3 m.

 

En la esquina noroeste está la escalera de caracol que da acceso a las torres y antes también la azotea; tiene 2 m. de diámetro. Junto al ábside está la sacristía que aún conserva su bóveda, tiene tres puertas hacia el exterior y otra hacia el ábside de 1.60 m. de ancho, mide interiormente 6 X 7 m.
 

En la fachada se destacan las torres que son muy sencillas; están rematadas por unas bóvedas bajas; tienen cuatro ventanas, una hacia cada punto cardinal en las que debieron estar las campanas, su silueta es la de un rectángulo abajo y dos a manera de ondas arriba. Por encima de lo que fue la bóveda hay un muro con silueta de corona y con varias filas de figuras caladas. Abajo de él hay un bajorrelieve que representa a San Pedro con el gallo de la pasión, bastante bien trabajado. A su vez tiene abajo una ventana que pudo corresponder al coro con una larga cornisa inferior sostenida aparentemente por un ángel: lo alto de la ventana es de tres arcos. La puerta que tiene una moldura siguiendo el arco de medio punto, está entre dos columnas de unos 6 metros de alto con basamentos, fustes y capiteles que recuerdan el barroco."

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 




 
 

 El mapa que se presenta al principio de este texto contiene los lugares que fueron visitados en aquél entonces conteniendo en el informe descripciones detalladas de cada templo colonial situado en las poblaciones señaladas.


En el prefacio de Los Elegidos de Dios, Villa Rojas realiza un recuento de las expediciones que se han hecho en Quintana Roo.
 
"La expedición Científica Mexicana organizada por el señor Luis Rosado Vega en 1937, bajo los auspicios del gobierno de Quintana Roo y de la Secretaría de comunicaciones de México, fue la comisión inmediata que realizó estudios en esa entidad. Sus miembros permanecieron varias semanas en la selva, dedicados fundamentalmente a la exploración arqueológica, con resultados bastante significativos..." (Villa Rojas: 30: 1992)


 
 
 

 


 


Aquí se puede consultar el texto completo:

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