Gusto por lo ajeno...

En esto de ser madres y padres nada está escrito, y es que a Fernando le ha dado por tomar las cosas que no le pertenecen, es decir, le ha dado por robarse desde los materiales didácticos del colegio hasta los juguetes de sus primos, pasando por la última fechoría que ha sido la gota que derramó el vaso, tomó quince pesos del cambio de su abuela y los guardó en su mochila para que al llegar a casa los introdujera en su cochinito. Por fortuna su abuela comenzó a indagar sobre el paradero de su cambio y una sonrisita cínica lo delató hasta que a base de frases como está muy a su pesar lo entregó: "Fernando entrega las monedas", "No son tuyas", "Recuerda que robar esta mal", "Vamos, entrégalas", "No se roba", "Ahorrar es que un día no comas dulces y lo que te den para comprarlos lo metas en tu cochinito", "No es que tomes el dinero de otra persona sin su consentimiento y lo eches a tu alcancía, eso es robar".

Uno se pregunta muchas veces, ¿dónde aprende esos comportamientos?, comienzas a hacer memoria, te pones a ver los programas que ve... el colegio quizá, algún compañero. Bueno, la cuestión es que hasta cínico se ha vuelto, si señor@s hablo de mi hijo de cuatro años. Un día que estábamos en cierto lugar comprando vio una alcancía de esas donde se dan donativos y me preguntó que por qué tenía ese candado y le contesté que para que no se lo robaran los ladrones, acto seguido me dijo -me lo quiero robar-, -Fernando, recuerda que robar está mal, no es bueno tomar lo que no te pertenece, ¿Cuántas veces lo tengo que repetir?-. Otro día escuché que a su primo más pequeño le decía -o me prestas tu carrito o me lo robo-, -Tú no te vas a robar nada Fernando, robar está mal, yo no quiero un ladrón en mi familia-. El pobre primito ya hasta le da aversión ir con su abuela porque Fernando le roba sus juguetes y se los arrebata. O de repente ve algo que le gusta y de plano me dice -me lo quiero robar-, me preocupa.

Hace tiempo, cuando cursaba el kínder I se llevó a casa unas piezas didácticas que olvidó devolver sin que la maestra se diera cuenta y hoy hurgando en su juguetera los encontró, entonces le dije que los irá a devolver, que pedirá disculpas y dirá que no lo volverá hacer. Casi se pone a llorar, le pregunté que por qué se afligía si sólo entregaría algo que no le pertenece y ¿saben lo que me contestó haciendo puchero?, que le daba VERGUENZA, ¡bingo!, le dije que ese era un correctivo por ROBARse el material, que es vergüenza lo que se siente cuando haces algo que está mal, después de todo mi hijo tiene conciencia de que lo que hizo estuvo mal. Ahora a hacer de tripas corazón para aplicar con rigor el correctivo, espero y surta el efecto deseado.

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