Trozos de la pandemia

 Pienso en la muerte como la suave caricia de mi madre, como aquél beso en mi frente y las letras amorosas de mi padre.

Pienso en la muerte como la duda eterna que emerge en la existencia de los días, como la negación de todos los dioses, como el tumulto de verdades disolutas.

Pienso en ella para matar el tiempo que germina en mi cabeza como la hierba mala que nunca muere. Una respuesta busco en medio de toda esta incertidumbre.




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