Microcosmos




Que tu cuerpo es mi lengua recorriendo un sendero
de signos tocándolos con la punta y un beso
bebiéndote en el vaivén del deseo,
selva espesa tu pecho,
recuesto la sonrisa
y tu vida es música
siempre del lado izquierdo.
Esta vez entiendo que el tiempo no es lento
sus alas se extienden
Libertad, es vuelo.
Seguro en mis brazos preguntas
lo sabes, eres tú
no callo para robarte
me oyes, sonríes
y mis ojos iluminan
el campo verde de los tuyos.
Miro tu sueño
y a lo lejos se escucha
el eco del relámpago,
tormenta que se avecina

en los gemidos del viento.

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