Consejo para mi amigo que se casa

 
Amado amigo, cómplice y camarada en las buenas y en las malas; ahora que has pensado en casarte con la chica de tus sueños sólo he pensado en una cosa: darte un buen consejo, me creo con la autoridad suficiente de quién ha mantenido un matrimonio por casi trece años y que por poco, como te lo conté por teléfono alguna vez, termina en once.
 
No voy a  aburrirte citando a Engels, a Bauman, Schopenhauer, Fromm o algún marihuano espiritualista, ni a Lennon, ni a Marley, no, lo que tengo que decirte es viejo artilugio de esta humanidad mediocre, trepadora.
 
Recuerdo que Eduardo acababa de casarse en el 2001 y un maestro de las ingenierías muy cercano a nosotros le dio un consejo que luego nos compartió, enseguida llovieron las réplicas, "pinche mamón", "mala leche", "hijo de su madre", "culero", etc., etc., etc. Hoy te puedo decir que tenía razón, y mucha cuando advirtió "si la quieres, que no se de cuenta". Así que habla quién ha probado de esa hiel, y YO te digo: Si lo vas a hacer, que no se entere, créete tu mentira como un enfermo; piensa en ello como si fuera el crimen perfecto... y si por pendejo te descubren, discúlpate, no vale hacerse el digno, estará de ella si te concede una segunda oportunidad, y si lo hace, NO le falles.
 
Después de mi consejo "chupasangre", en verdad estoy muy feliz de que inicies una gran etapa en tu vida, tan enamorado, en serio que cuando me enteré me recorrió un cosquilleo de alegría hasta el corazón, me puse eufórica. Deseo con todo mi amor que vaya todo bien y que la lealtad que se han prometido siga así con el correr de los años.
 
Te quiero mucho Gordo.
 
 
 
 
 
 
 

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