...

El atardecer en carretera reveló un continuo de sombras espesas, por ningún resquicio se lograba filtrar la luz, por ninguno de ellos lograba acomodar la culpa que me ha invadido en recientes fechas tras pasar como cualquier día el mentado 14 de febrero, día de San Valentín. Preparaba un cuento que se quedó temblando sin final... amenaza con la duda si volverá a preparar algo el próximo año, no lo sé, me siento tan agotada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL WAAJIKOOL: UN RITUAL AGRÍCOLA EN K’ANTEMO’

La Jícara Celeste

Sisal, el puerto y otras anécdotas