Infinitamente tú

 


Los primeros amores fallecen y en esa gotera de inexistencia se vierten los días como la sabiduría de las campestres margaritas, que en cada pétalo cuestionan los afectos, la duda eterna, ¿amor eterno?

En un atardecer luminoso y la selva verdemente espesa, llamaste a la puerta de mis pensamientos, del todo surgiste como bello recuerdo y hablé de ti sin que supieran, sin nombrarte, de puntillas pasaste, en silencio, como preciado secreto.

Y ahora que pernoctas en el infinito, exhumo de mi cuerpo tus besos, tus caricias y la noche que regresé a ti hurtando lo que alguna vez fue mío y jamás osé llevarme.

Como nota al pie, escribo esto sin que puedas leerme para que cuando ponga el punto final, ese punto no me aparte de lo que en mi memoria vive y germina si yo te evoco.

Siempre gracias por los poemas...

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