Lamento de un alma

Nací para morir desde el primer día

perece el tiempo en mi pulso

quién inventó que cura las heridas

si las cicatrices aún dan comezón

cuando los brazos cruzo

para proteger mi corazón.

He vivido, amado y odiado
a veces muy poco, nada
o saltando a un precipicio
confiada o despechada
con la vida atada a los pies
presa de un mundo complicado.

"Hoy es un buen día para morir"
frustrante es abrir los ojos
y ver que sigo aquí
viviendo miles de vidas
millones de lunas y atardeceres
que parecen no tener fin.

Llega mi último día
demórate un parpadeo
¡Abrácenme los míos!
libérame de este cuerpo
que inerte sirva a la tierra
y retornar al universo.

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