Crescentia cujete Del hermoso verde de su voluptuosa lozanía pendían las gotas de lo que fuera una lluvia, la esencia de la vida que fertilizará la tierra… En el Popol vuh, libro sagrado de los mayas Quiché de Guatemala, se cuenta que Ixquic, la hija de Cuchumaquic, uno de los señores de Xibalbá, movida por la curiosidad de conocer el árbol de jícara en el que se convirtió el dios Hun Hunahpú, acude y dialoga con la cabeza que pendía del árbol, esta baña de saliva la palma de la mano de la doncella y es así como concibe a los gemelos legendarios Hunahpú e Ixbalanqué. Cuando su padre se entera, los señores de Xibalbá deciden que debe morir por el agravio cometido al honor de su familia. Mandan a llamar a los tecolotes quienes la llevan con la consigna de traer su corazón en una jícara. La doncella pide clemencia a los tecolotes y estos acceden a dejarla con vida poniendo en la jícara una resina colorada que entregan a los señores, creyendo estos, que la sentencia fue ejecut...