Nocturna despedida
Recorren mis labios la dureza
De los bordes de su cuerpo,
Crece en el frenesí
De las profundidades del eco,
Es el mar y su oleaje salado
El goce de sus ojos extraviados
En el silencio
Susurro entre sus brazos.
Sus dedos que trenzan mi cabello
El ritmo de vals antiguo
Es aroma tibio y sabor amargo
Mi café de media noche.
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