Sotavento

Nunca callé tanto
palabra herida
sangrante de lejanía

Jamás fui máscara
de mí misma
ni velo ni viscosidad

Me pasan tantas cosas
y entre ellas
me sobrepasas tú
y pareciera que miro
a través tuyo
la marea alta de los mares
que ahogan mil historias
sin preámbulo ni final.

Dime, tú, sí ¡Tú!
quien lee estas sobras
de letras muertas
siempre negándose a ser
cómo pudiera yo odiarlos
si por ti, cielo y mar
hoy son poemas.



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