A Rosario Castellanos

Un homenaje sororo desde la ciudad silenciosa...




Siempre es la voz de las calles empedradas
piedras que hicieron ruido
cuando la esperanza era río.

Seca la calle
la lluvia es recuerdo
de los peces que lo habitaban.

La ciudad luce inundada
y sólo algunos peces
a contra corriente nadan.

Con la vista nublada
sólo se ve una larga calle seca sin fin
en donde los gritos son ecos ahogados
que jamás nadie quiso oír.


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