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VÍSPERA

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Rosa, su reflejo es rosa como aquella primera flor esa que no se olvida la del amante anónimo la visión que deforma un mundo del cual decido abstraerme a través de la esfera. Un pequeño mundo rosa en donde apenas se puede mirar el horizonte minúscula pertenencia en donde desciende cada mirada desenfocada que con el parpadeo es más claro mirar la existencia.

EL SUEÑO DE LA MUERTE

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Vuelo como el humo del copal, espíritu que emerge de la madera, aroma y sangre de mi hermano el árbol; mis pies descalzos sobre la piedra, blanco camino que guía mis pasos hacia el retorno, luminoso recuerdo de cera consumida, todo es color, olor   y sabor antes de que despierte porque cuando vivo duermo el sueño de la muerte.

POSESIONES AMARGAS

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Tengo un café… De noche y de mañana Moreno, con cuerpo y amargo Que sonríe con un beso Cuando rozo la taza. Con cautela acerco mis labios Sintiendo su olor, resbalar por su espalda Internarse en la espesura de su esencia Tierra, fruta y fuego, La molienda eterna. En la noche con la luna alta Un puñado de ideas por estrellas Cautivan el pensamiento Mi café no duerme, no descansa Sueña despierto. Por la mañana, su regazo tibio Un instante de felicidad existe Bienvenido es su sabor Siempre he de beberlo todo Antes de que mi café se enfríe.

Chiquipoema II

El Jardín del Pensamiento Tan diminuta es la flor que crece entre la hierba como dos ojos de niña mirándome con alegría. Tan afilada y puntiaguda es la espina del naranjo que parece una duda clavada en el pecho del enamorado. Tan apetitoso es el fruto agrio de la grosella como promesa incumplida a  la amada que desespera . Y los bichos en la tierra andan su corta vida, viven la larga espera de su muerte cada día. Grande es mi sorpresa cuando por fin descubro que siempre estás en el infinito mundo de mis ojos.

Chiquipoema I

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Respira la selva Por sus cuevas Piel de tierra Donde los ríos serpentean Y nadan los peces Como dos ojos de agua Que me miran sonreír… Respira el mar Por el arrecife coralino Piel de olas Sobre tu cuerpo de sal Y nadan los peces Como el beso matutino Que nunca quiere despertar… Respira nuestra historia A cada paso del tiempo Juntos en las horas Siempre en la memoria Y nadan los peces Como las yemas de tus dedos Sobre la quietud de mi cuerpo…

El Canto de la Flor

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La bellísima luna se ha alzado sobre el bosque; va encendiéndose en medio de los cielos donde queda en suspenso para alumbrar sobre la tierra, todo el bosque. Dulcemente viene el aire y su perfume y su perfume Ha llegado en medio del cielo; resplandece su luz sobre todas las cosas. Hay alegría en todo buen hombre. Hemos llegado adentro del interior del bosque donde nadie <nos> mirará lo que hemos venido a hacer. Hemos traído la flor de la Plumería la flor del  chucum , la flor del jazmín canino, la flor de. . . Trajimos el copal, la rastrera cañita  ziit , así como la concha de la tortuga terrestre. Asimismo el nuevo polvo de calcita dura y el nuevo hilo de algodón para hilar; la nueva jícara y el grande y fino pedernal; la nueva pesa; la nueva tarea de hilado; el presente del pavo; nuevo calzado, todo nuevo, inclusive las bandas que atan nuestras cabelleras para tocarnos con el nenúfar; igualme...

Relatos de Cenotes

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Casi al caer la tarde visitamos el cenote que se encuentra en un terreno común de los habitantes de Hoctún, Yucatán. Un chico de 15 años, oriundo de la localidad, fue el encargado de guiarnos. Lo primero que nos comentó fue que si nosotros llegábamos hasta donde el agua se encuentra, debemos mojarnos la cara o al menos una parte de nuestro cuerpo, de lo contrario, cuando regrese a mi lugar de procedencia tendríamos fiebre, sentiríamos sueño y debilidad a razón de haber cargado aire dentro de la cueva. Así lo hicimos siguiendo las recomendaciones de nuestro guía. Nos platicó que el cenote tiene guardianes, entre ellos mencionó que había un mapache, una virgen, un león, un gallo, una culebra y un cocodrilo. Además de que algunos de los animales antes mencionados, son personajes mitológicos de la tradición oral maya, se encuentran dentro de la cueva en las formaciones caprichosas de la roca. Durante la Semana Santa, los habitantes evitan ir al cenote porque los guardian...

Para ti...

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Se añeja en la memoria un fantasma de sombra Pequeña y juguetona, la veo brincar y sonreír Brebaje embriagante de dolor e indulgencia Sigue creciendo cada vez que mi voz te nombra. Te escondes y te asomas como botón de flor Que se marchitó antes de primavera Sigo el silencio de tus pasos lúgubres Temo no conocer a quién del otro lado te espera. Más seguro en el recuerdo te acuno Te mezo entre gotas de un mar calmo Del sueño que siempre dormiste tibio Arrojado en el frío desesperado del mundo.

Punto Ciego...

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En el agua, entidad primigenia Nada, apenas un mundo El temblor de la caverna y su paso sin luz. En la soledad de su muerte Duele en la memoria Del Leteo es gota. Impuntual, también es llegar antes Como la lluvia que anuncia una tormenta Un cielo rojo de invierno, brizna Y el delfín muerto en la arena. 

Visión en la Bahía.

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“Estoy agotada”, dijo un ave acorralada. La bahía era un espejo, la brisa suave como caricia materna y mi visión era como la mirada de un recién nacido, la luz tenue entre los nimbos de tormenta se disipaba en el horizonte siempre limpio. Las rocas en la orilla de la playa jugueteaban con las olas a las encantadas, la ola reía con su sonrisa espumosa tras cada revolcada, hubo un silencio de mi infancia cuando se reflejó en las aguas el mechón juvenil de la abuela, la barcaza del bisabuelo apareció anclada muy cerca de mi pecho; los piececillos de mi madre, caminaban descalzos con la niña de mis ojos hasta perderse entre la maleza de la orilla de un muro. Habló mi infancia desde las profundidades de ese mar, calló los pesares para carcajearse de mi cansancio y el ave intentó su último vuelo, no avanzó mucho cuando se desplomó y la vi ahogarse poco a poco, lentamente. Apagué mi cigarrillo, me despedí de todos en mi memoria, pensé en que el día aún no acaba y que todavía...