Bajo nuestros pies, yace la antigua ciudad maya de Lakin Ha, de la que poco se habla y se presume. Nombrada como “Agua donde nace el sol” por los investigadores, la evidencia arqueológica revela que, hacia el año 1250 d.C existía una población pequeña donde sus habitantes se dedicaban a la agricultura y la extracción de piedra, gozaban en general de buena salud, dada su alimentación basada principalmente en productos del mar y los frutos de la milpa. Sin embargo, más de trecientos años atrás, hacia el 900 d.C, vivió a quien llamaremos cariñosamente Kelem, de él, solo nos queda como evidencia de su existencia, un precioso plato que se utilizó para ofrendar tamales el día de su funeral. Aquí empieza la historia del Gran Joven Príncipe de la Bahía de Chetumal; quien, como todos nosotros, miró el verde agua marina de la bahía que brilla intensamente en los días soleados y durante la época de lluvias, se torna marrón trayendo nueva vida. Ch’ak Ch’ok Kelem, vivió en una época de esplendo...