El Jardín de las Flores
Manos ahogan un grito en la acera El día más oscuro bajo tierra Es la vida vestida lisonjera Oler un cuerpo descompuesto aterra. Callada boca de gente en letargo Vagando eternamente el alma en pena Profesa una frase de trago amargo Donde nada vale la vida ajena. ¿A quién más indigna mi fugaz paso? ¿Es a ti que un día lees la prensa? ¿Tú que rezas plegarias tendrá caso? Siempre impuntual la realidad abraza Son las mismas manos tocando puertas ¡Abridlas! Y verás las flores muertas.